Los productos textiles que entran en contacto directo con la piel humana deben tener un certificado de calidad. En este caso se trata del certificado de la norma Standard 100 de Oeko-Tex.
Garantiza que los productos que llevan este símbolo han sido sometidos a pruebas para verificar la presencia de las 100 sustancias más peligrosas que podrían poner en peligro a los usuarios. El documento de garantía contiene métodos de ensayo y valores límite para sustancias químicas potencialmente nocivas (incluidos los ftalatos, los AZO, el pH) que también pueden causar las alergias.
La Asociación Internacional de Investigación y Ensayo de Textiles y Cueros (o Oeko Tex), con sede en Zúrich (Suiza), fue fundada en 1992 por el Instituto Hohenstein de Alemania y el Instituto Textil de Austria. En la actualidad, Oeko Tex cuenta con 18 institutos imparciales de pruebas e investigación en Europa y Japón, y con oficinas de contacto en más de 70 países de todo el mundo.
La introducción del certificado Oeko-Tex para textiles y productos textiles llevó a distinguir entre los productos definidos por su alta calidad y los que pueden contener sustancias nocivas. También ha contribuido a definir normas específicas, tras cuyo cumplimiento un producto -independientemente de dónde se fabrique- tiene la posibilidad de obtener el certificado. Sin embargo, el aspecto más importante es la posibilidad de limitar o minimizar el número de productos que contienen sustancias peligrosas para los consumidores.